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Somos un levitar en los aires

  • Foto del escritor: Carlos Ascención / Karloz Atl
    Carlos Ascención / Karloz Atl
  • 11 mar
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 28 mar


Durante el año 2023 en el baile dominical de Sonido Sincelejo defendiendo el derecho al espacio público para el baile y la poesía

Me balanceo sobre la música que apadrina el lugar

una cumbia digital mística

de rayos laser y sintetizadores

maracas, loops, beats alucinantes

como de desaliento, laaargos

y en corto unos sonidos de cortar cartuchos

que se van equilibrando

en un mismo movimiento rítmico al instante.

 

Los dilemas de la muerte y la vida

se comprenden al girar en la pista

recinto donde somos artistas

donde nos surge y alumbra la lumbre.

 

La cumbia arrebata a la gente

calienta los pies calentura

despierta aventuras calientes

temblores provoca y ternura.

 

Que se eternice este baile

no cese jamás su ricura

hay un regocijo en el aire

arrebato mortal en la cintura.

 

Me brilla el corazón, me brilla

resplandece en mi pecho una aurora

una danza ancestral me circula

el paso de su amor me cura

un destellar me surge

mi sangre hipnotiza

la aureola poliniza,

mis flores, mis chispas sonoras.

 

Que tarareo tan bello

se ilumina la lengua, se siente dulce

una ternura habita la danza

el paladeo al sonar de la cumbia

 

su columpiarse libremente

su albedrio, su alberca

el Amazonas del gozo se extiende

las piernas

posesión, nos posee

nos sostiene

somos un levitar en los aires.


[Texto del libro Tenochtitlan 420 de Karloz Atl]



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